Obispos (episcopado) son aquellos que tienen bajo su cuidado múltiples congregaciones y tienen la tarea de nombrar, ordenar y disciplinar a los sacerdotes y diáconos. A menudo son llamados “evangelizadores” en el Nuevo Testamento. Ejemplos de obispos del siglo primero incluyen Timoteo y Tito (1 Tim 5:19-22; 2 Tim 4: 5; Tito 1:5).
Los sacerdotes (presbíteros) son también conocidos como “presbíteros” o “ancianos”. De hecho, el término en Español “presbítero” viene de la palabra griega “πρεσβύτερος”[presbyteros]. Ellos tienen la responsabilidad de enseñar, gobernar, y administrar los sacramentos en una congregación determinada (1 Tim 5:17; Stgo 5:14-15).
Diáconos (diaconado) son los asistentes de los obispos y tienen la tarea de la enseñanza y la gestión de determinadas funciones dentro de la iglesia, tales como la distribución de alimentos (Hechos 6:1-6).